jueves, 6 de septiembre de 2012

RIQUEZA INVISIBLE



Las riquezas del alma no pueden comprarse con nada que sea de este mundo material. Aquellos que no VEN, viven enceguecidos por el brillo del metal, de la fama, son encandilados por la idiotez de la auto importancia, el nivel social, los celos, las envidias, y toda clase de bajezas que no pertenecen al mundo espiritual de una persona que quiere avanzar en el camino. Todas estas realidades llenan los corazones de las personas pobres desde el alma.
        Si no podemos ver más allá las limitaciones de nuestros egos, estamos condenados a llevar una vida sin brillo, sufriendo las consecuencias del hastío cotidiano de realizar siempre las mismas cosas, imposibilitados para ver que todo puede transformarse en un acto de gracia.
        El mundo camina por el filo de la desesperación. El mismo sufrimiento de siempre. Lo venimos haciendo desde que estamos sobre la tierra, repitiendo siempre el mismo patrón. Y veo que aún no hemos aprendido nada de todas las grandes enseñanzas que nos legaron aquellos Grandes Maestros. Seguimos sin comprender los mensajes emanados de esos seres humanos que vieron la Realidad del Camino. ¿Y nos hemos conformado con seguir sus palabras, repetirlas de memoria sin comprenderlas? ¿Sin experimentarlas? Continuamos el camino como tiernas ovejas sin cuestionar nada, transformados en simples máquinas repetidoras de dogmas e ideologías.
        Sin la experimentación de lo Sagrado, es imposible que podamos alcanzar la comprensión de nosotros mismos. No es lo mismo seguir a Jesús, Buda, Mahoma o quién sea. Todos tenemos la capacidad de mejorarnos y transformarnos e incluso superar sus enseñanzas. 

Juan Pomponio 2012